Este postre típico de la región, en forma de bolita, se elabora machacando frutas en un mortero. En este caso, se acompaña con una crema de limón y una reducción de torrontés.
El litoral es famoso por sus palmares y el Yatay es una de las especies más conocidas y le da nombre a este plato típico de la región como acompañante de la bondiola, uno de los cortes más sabrosos del cerdo.
Las empanadas cuyanas se caracterizan por llevar mucha cebolla. Los que saben aseguran que debe ser la misma cantidad que de carne, para aportar el característico jugo. El relleno se completa con pasas de uva y pimientos. Se las prepara al horno de barro o fritas y no faltan en ningún festejo.
Para las tardes calurosas entre las sierras y los ríos, el helado de turrón de maní, dulce típico de la región, se aprecia de diferentes maneras.
Los bivalvos patagónicos son uno de los productos más preciados por los gourmets. Las vieiras carnosas con esencia de pimentón ahumado conforman una preparación ideal.
Las frutillas con crema son de esos postres que se asocian a la primavera y el antojo. Llegan en grandes copas y gustan a todos por igual. Se las sirve solas o con un toque de algún vino generoso.
En San Nicolás, San Pedro, Baradero, Zárate y Campana, todos bañados por el Río Paraná, el pacú es una de las delicias imperdibles. Se lo prepara grillado sobre endivias suavemente amargas, que resaltan su sabor. La salsa criolla le otorga un levemente picante.
“Este libro, que es un gran mapa de sabores de regiones argentinas a visitar, es rico y variado.”
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