Las empanadas de todo el NOA son tan famosas que incluso algunas tienen su cueca. Llevan papa, son jugosas y picantonas. Un buen torrontés queda genial como compañía.
Una delicia bien variada: mousse de kinotos especiada con cardamomo, que contrasta con el enrejado de chocolate al que el curaçao de kiwi y durazno le dan un sabor especial.
Cuyo tiene su particular versión de uno de los postres típicos argentinos: el queso y dulce. En este caso el elegido es el de membrillo, acompañado junto al queso con una deliciosa reducción de Malbec.
El locro de gallina cordobés, lleva nombre y apellido: Perico Vicente. En la olla no falta el ave, a la que se le agrega maíz y porotos blancos.
Los quesos de oveja patagónica poseen un sabor acentuado debido a las secas y perfumadas pasturas de la región. Este graten permite apreciar esas características a pleno.
Otro de los reyes asados, el bife de chorizo es sabroso, jugoso, y una de las mejores opciones para entender a qué se hace referencia cuando se menciona que la carne argentina es de las mejores del mundo.
Antes de pasar a la carne se imponen unas mollejas doradas, sabrosas y tiernas. Estas se acompañan con salsa de Hesperidina, una bebida nacional, a base de piel de naranja.
“Este libro, que es un gran mapa de sabores de regiones argentinas a visitar, es rico y variado.”
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