Para esperar el asado o un plato principal abundante, esta tapa de ensaladita fría con quesos es una gran opción, que permitirá disfrutar con más tranquilidad del resto del menú.
para 6 porciones
30 cc. | ACEITE DE OLIVA |
5 g. | PIMIENTA NEGRA |
10 g. | SAL |
5 g. | TOMILLO FRESCO |
600 cc. | LECHE |
200 g. | POLENTA |
ENSALADA
60 g. | BONDIOLA CURADA |
10 g. | SAL |
5 g. | PIMIENTA |
20 cc. | REDUCCION BALSAMICA |
60 cc. | ACEITE DE OLIVA |
100 g. | TOMATES CHERRY |
40 g. | RÚCULA |
40 g. | ESCAROLA |
10 g. | ALBAHACA MORADA |
40 g. | ACEITUNAS NEGRAS MACERADAS |
50 g. | QUESO PARMESANO |
30 g. | QUESO BLANCO |
Confeccionar la polenta en la leche perfumada con tomillo, sal y pimienta. Colocar sobre una placa cubierta con film. Dejar enfriar y luego proceder a cortarla en rectángulos de 2 por 8 y 1 cm de alto. Dorar en aceite de oliva procurando quede crocante. Montar por arriba de la polenta crocante la ensalada, untando previamente con queso blanco para que no se muevan. Condimentar con la vinagreta hecha con la reducción balsámica y oliva.
El maíz, sagrado en tierras americanas, fue y es básico en buena parte de la cocina nativa. Se lo consume en diferentes preparaciones: fresco, seco, o en harinas. En la zona se produce maíz blanco, con el que se prepara la famosa polenta friulana.
“Este libro, que es un gran mapa de sabores de regiones argentinas a visitar, es rico y variado.”
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