Como apertura para acompañar las copas de vino cuyano, unas deliciosas bruschetas de pan casero, con una cubierta de pasta de olivas y tomates secos son una alternativa ideal. Plato heredado de ancestros italianos, es el mejor de los comienzos para las buenas comidas.
para 4 porciones
c/n | AJÍ |
c/n | SAL Y PIMIENTA NEGRA |
50 g. | ACEITUNAS NEGRAS |
c/n | PIMENTÓN |
c/n | ORÉGANO |
50 g. | TOMATES SECOS |
1 diente | AJO |
c/n | ACEITE DE OLIVA |
4 unidades | SOPAIPILLAS |
Para realizar las sopaipillas se utiliza la masa de pan, se da forma circular y se fríen en abundante grasa. Hidratar los tomates secos 10 minutos en agua caliente y macerar en aceite de oliva y los condimentos a gusto. Descarozar las aceitunas, condimentar con aceite de oliva y pimienta negra.
Emplatado Montar una quenelle con la pasta de aceituna y colocar un tomate hidratado
Los huarpes, antiguos pobladores de cuyo llamaban Chichocas a las hortalizas disecadas al sol, en algunas recetas los tomates secos figuran como chichocas de tomates haciendo referencia a este método de conservación antiguo, tan característico de nuestro desierto soleado autóctono.
El tomate cuyano es jugoso, carnoso y ligeramente dulzón. Se lo consume tanto fresco como en guisos, en salsas o dulces, frescos o secos. Este último proceso se realiza al sol, de forma natural, y sin agregados.
“Este libro, que es un gran mapa de sabores de regiones argentinas a visitar, es rico y variado.”
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